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Queda atrás una mala temporada de la fruta de hueso para dar paso a…

El verano 2017 ha sido duró para la fruta de hueso: melocotones, paraguayas, nectarinas, ciruelas (amarillas y negras), todas ellas y más han sido víctimas de bruscos cambios de temperatura afectando directamente a los productores. Un buen temporal trae de la mano una buena cosecha, pero, situaciones meteorológicas desfavorables, es decir,  cambios climáticos duros, fuertes e inesperados pueden provocar un gran derrumbe en el sector agrícola.
España sufrió a finales de abril de este año un repentino aumento de las temperaturas lo que obligó a muchos agricultores a adelantar sus cosechas y de esta manera preservar la condición del género almacenándolo en cámaras frigoríficas.

Colapso en el mercado de la fruta de hueso
Mientras el cultivo en España estaba amenazado por la subida de temperaturas, en el extranjero las temperaturas bajaban lo que conformo un desincentivo directo para las compras de fruta en nuestro país. De esta manera se produjo un colapso en la fruta de hueso para la temporada de verano 2017.

AUN ASÍ HUBO UN AUMENTO DEL 7% EN ESPAÑA Y EL 11% EN EL TOTAL DE EUROPA
Los almacenes contaban con grandísimas cantidades de Stocks, es decir; La oferta existente superaba sobradamente el ritmo de la demanda y esto afectó negativamente en la rentabilidad de la campaña, siendo los agricultores los grandes afectados.
Esta crítica situación hace surgir la necesidad de buscar mecanismos para aliviar tanto a los mercados como a la situación de los agricultores, para ello ya han sido muchas las asociaciones que están movilizándose y reuniendo todo su empeño para que mejoren estas circunstancias.

Después de hablar de una introducción que nos repasaba la mala rentabilidad que dejó la fruta de verano pasamos a la fruta otoñal con unos datos más positivos.

Las lluvias de finales de agosto y principios de septiembre han sido beneficiosas haciendo que la fruta tenga buen calibre y nivel de maduración son los que más se percatarán de estos beneficios.
En esta ocasión, el temporal ha estado de parte de los agricultores. Todos los factores positivos que ha aportado la lluvia se traducen a un mercado más afianzado tanto interior como exterior.

Menor oferta pero más calidad

Los datos recogidos en La previsión de cosecha (aforo) de cítricos de la Comunitat Valenciana para la campaña 2017/2018 realizada por los servicios técnicos de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente Cambio Climático y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana se sitúa en 3.143.984 toneladas, representando un descenso del 20,3% sobre el balance de la campaña 2016/2017. La producción de naranjas se cifra en 1.526.706 toneladas y la del grupo mandarinas se sitúa en 1.345.444 toneladas. La de limón, concentrada en la provincia de Alicante, se situará en torno a las 246.150 toneladas.

Las condiciones climatológicas han sido clave para que este año los árboles hayan florecido menos y, por tanto, hayan dado menos fruta. También contribuyen a este ajuste a la baja los abandonos permanentes del cultivo y los cambios de cítricos a otras producciones que la Conselleria de Agricultura estima en una perdida del 1,3 % (unas 2.000 Has.) de la superficie citrícola.

O. de la Dueña escribía el pasado viernes 13 de este mes en el diario digital de las provincias un titular muy alentador: El descenso de producción de naranja hace subir los precios por primera vez en 6 años.

El aumento no es muy elevado, hasta 4,50 euros por arroba, pero para los propietarios de los campos es significativo, ya que desde hace años llevan esperando que la situación mejore. Los pasados años se veía como disminuían los beneficios y se multiplicaban los gastos, tanto en luz como en agua y productos fitosanitarios. Muchos productores dejaron de producir en sus parcelas estos últimos tiempos ya que no podían continuar con ellas al no ser rentables. Pero ahora, parece que esta vía hacia la rentabilidad ha hecho que se vuelva a confiar en el mercado del cítrico.

El caqui sigue brillando en el mercado

Por otra parte, el caqui, como producto estrella de la temporada. Sigue en auge desde que hace unos pocos años atrás empezará a expandirse el cultivo de esta sabrosa fruta de color rojo, anaranjado o amarilla que resulta ser muy rentable para sus productores.

A salvo de la mosca

Este título es muy alentador, pero lo cierto es que para estar a salvo de las moscas y que no dañen los cultivos se tienen que tomar medidas de precaución. Es muy importante poner interés en el asunto de la prevención porque un insecto como la mosca puede estropearte toda una cosecha. No obstante, hace unos años que la situación se mantiene bastante estable y sin demasiados problemas, y este año no se ha diferenciado mucho de años anteriores – como el 2013 o 2015.

A pesar de la estabilidad del asunto, Consellería de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha mostrado preocupación iniciando el pasado agosto una serie de tratamientos terrestres colectivos para hacer frente a la población de la mosca de la fruta para zonas concretas como las del cultivo citrícola y la del caqui de la Comunitat Valenciana.
Según hemos podido leer en un articulo publicado por la redacción de ValenciaFruits: La Conselleria emplea un total de 32 vehículos tipo quad (4 más que el año pasado), adaptados al tránsito por las explotaciones y equipados con dispositivos de pulverización. Los insecticidas utilizados para los tratamientos a parcheo son el Lambda Cihalotrin en mezcla con proteína hidrolizada o Spinosad. Estos procedimientos de parcheo producen un menor impacto sobre los organismos beneficiosos ya que solo se pulveriza una cara del árbol con el insecticida mezclado con un atrayente específico para la mosca.
De manera gratuita, La Consellería reparte el producto fitosanitario para los tratamientos a parcheo en las variedades extratempranas y tempranas de cítricos, así como para el caqui y también ha repartido cerca de un total de 255.000 trampas.
Además a partir de septiembre se inició el reparto de los mapas orientativos de las zonas de riesgo. Para los interesados el reparto tenía en cuenta el nivel de plaga, la tendencia, la densidad de las distintas variedades de cítricos en función de la época .
Para terminar y teniendo en cuenta si son o no altos niveles de riesgo, la Consellería también dispone de la posibilidad de realizar tratamientos aéreos colectivos con productos fitosanitarios autorizados en agricultura ecológica, que permiten agilizar la situación.

 
 

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